El Oso Ruso ya Desperto! Cuando despertará el Dragón Chino?
Cuando la Alianza Atlántica
se rompa en pedazos, la cuerda salvavidas de los Estados Unidos estará rota.
Por: Mike Whitney
Ago.
16.08.- No hay instalaciones militares en la ciudad de Tshkinvali. De hecho no
hay objetivos militares para nada. Es un centro industrial que consiste de
madererías, plantas manufactureras y áreas residenciales. Es también el hogar
de 30,000 Osetienses del Sur. Cuando el Presidente Georgiano Mikheil
Saakashvili ordenó que la ciudad fuera bombardeada por aviones de guerra y
atacada con fuego de artillería el pasado jueves 7, él sabía que estaría
matando a cientos de civiles en sus casas y barrios. Pero de todos modos ordenó
el bombardeo.
No
hubo ninguna “Batalla de Tshkinvali”; esa es otra ficción. Una batalla implica
que hay una fuerza opositora que resiste o que responde al combate. Ese no fue
el caso aquí. El ejército Georgiano entró a una ciudad sin ninguna oposición;
después de todo, ¿cómo pueden los civiles sin armas detener unidades armadas?
La mayoría de los pobladores ya habían huido cruzando la frontera hacia Rusia o
se habían escondido en sus sótanos mientras los tanques y vehículos blindados pasaban
disparándole a todo lo que se movía.
Lo
que sucedió en Osetia del Sur el pasado jueves 7, no fue una invasión ni ningún
sitio, fue una matanza. La gente no tenía manera de defenderse contra un
ejército moderno totalmente armado. Fue un crimen de guerra.
En
menos de 24 horas, el ejército Ruso se había desplegado a la zona de guerra
donde persiguió al ejército Georgiano que no presentó batalla. El periodista
Michael Binyon lo describe así: “El ataque fue corto, agudo y mortal –
suficiente para hacer huir a los Georgianos en un pánico humillante”. De hecho,
los Georgianos huyeron con tanta prisa que muchas de sus armas fueron
abandonadas. Fue una verdadera huída; otro ojo morado para los asesores
Estadounidenses e Israelíes que entrenaron a ese grupo de matones que llaman
ejército Georgiano. Pronto los vendedores ambulantes en las calles de
Tshkinvali estarán ofreciendo armas que fueron abandonadas con un letrero
burlesco: “M-16 del Ejercito de Georgia, soltada una sola vez”.