Exhibición de helicópteros
Son muchos los elogios que se han dedicado al salón aeroespacial MAKS de este año, pero también son muchas las preguntas que permanecen sin respuesta. La quinta generación de cazas T-50 pensados para rivalizar con los Raptor F-22 de EE UU, fue la única revelación que se ofreció al público. Un prototipo de este modelo voló ante el entusiasmado público profesional los primeros días del acontecimiento. Sin embargo, el último día, el T-50 tuvo un problema de motor durante el despegue y se vio obligado a efectuar una parada de emergencia. Estos aviones prestarán servicio activo en las Fuerzas Aéreas de Rusia y también de la India en 2015. Por su parte, los Raptor F-22 prestan servicio en las Fuerzas Aéreas estadounidenses desde 2005.
Si bien es cierto que se han firmado contratos por más de 10.000 millones de dólares, una cifra récord en la región, también se han suspendido indefinidamente varios acuerdos muy esperados entre el ejército ruso y el grupo estatal OAK (al que pertenecen todos los fabricantes del país) por desavenencias en los precios. Los pedidos de aeronaves militares decepcionaron a muchos, pero OAK intentó limar asperezas prometiendo que Rusia contará con al menos un cuarto del mercado mundial de aeronaves de carga en 2025.
La situación mejora en lo que se refiere a aviación civil. Dos tercios de los contratos firmados (6.000 millones de dólares) se concentran en el avión MS-21. La respuesta rusa al Airbus A320 (varias empresas de arrendamiento financiadas por el estado ya han solicitado 78 unidades) de momento solamente existe sobre el papel. El primer vuelo de prueba está previsto para 2014, a lo que seguirá la producción en serie en 2016. El MS-21 tendrá capacidad para unos 150 ó 200 pasajeros y sus compradores podrán elegir entre dos sistemas de propulsión, la versión rusa con motor PD-14 fabricado en Perm, o el motor Pratt & Whitney estadounidense. El diseño interior de la nave corre a cargo del grupo francés Zodiac Aerospace.
Por otra parte, los aviones rusos regionales SuperJet 100, dos de los cuales ya prestan servicio comercial activo, han decepcionado al haber recibido tan sólo 22 pedidos concretos (12 de una empresa indonesia y 10 de la empresa rusa Gazprom Avia), lo que da una cifra total de 192 unidades fabricadas. El SuperJet 100 es el primer avión civil ruso desarrollado después de la era soviética y el primero que integra tecnología avanzada occidental. Sin embargo, ninguna empresa europea se ha interesado hasta la fecha en este avión con capacidad para 100 pasajeros que debe competir con la empresa brasileña Embraer y la canadiense Bombardier. Las empresas aeronáuticas dudan a la hora de adquirir un avión que ha tenido problemas operativos y cuya producción es todavía muy baja (un avión al mes). Dicho sea de paso, este último escollo se debe a la insuficiente inversión realizada por la empresa conjunta PowerJet (Snecma y NPO Saturn), que es la que fabrica los motores del SuperJet 100. La certificación de la agencia europea EASA, prevista para finales de 2011, y la solución de los problemas operativos deberían ayudar a la venta de este avión en el mercado europeo.
Los expertos que estuvieron presentes en el salón aeronáutico insistieron que la industria aeroespacial rusa, en su mayor parte financiada con petrodólares del Kremlin, se tiene que esforzar para convencer al propio ejército ruso, que en principio no puede comprar aeronaves extranjeras, a adquirir su producción. Esta tarea se hace aún más complicada cuando se trata de convencer a las compañías aéreas rusas, a pesar de que también estén sujetas a la misma presión por parte del gobierno.
A pesar de esto, hubo un fabricante, Helicópteros Rusos (VertoletiRossyi), que sí destacó y firmó acuerdos para fabricar 79 unidades civiles (Mi-8AMT y Mi-171) y unas 450 más para el sector militar. El presidente de la compañía, Dmitri Petrov, señala con orgullo la alta probabilidad de que el buque de asalto francés Mistral vaya equipado con los Ka-28 (antisubmarinos) y los Alligator Ka-52K (helicópteros de ataque), dos modelos fabricados por su compañía. Asimismo, Petrov declaró a Rusia Hoy que dos de los helicópteros que fabrican tienen buenas perspectivas en el mercado europeo. “España y Portugal ya han comprado más de 20 unidades de nuestro modelo Ka-32A11BC, destinado a la extinción de incendios. El helicóptero dispone de cañones de agua horizontales, sin análogos en el mundo, y pueden extinguir incendios en rascacielos”.
La empresa también busca compradores para el Mi-26, un helicóptero pesado, con capacidad para transportar veinte toneladas, que podría utilizarse en las operaciones de la OTAN. Según fuentes de la empresa, la demanda global de los Mi-26 podría superar las 500 unidades, de las cuales 300 se destinarían sólo al mercado europeo. Por su parte, India y China continúan siendo los mayores clientes de la empresa en el sector de aeronáutica militar. Petrov también se mostró optimista con otro sector: “En la extracción de petróleo en alta mar, los helicópteros desempeñan un papel fundamental, lo que nos ofrece muy buenas perspectivas. También pienso en la reciente apertura de la ruta marítima en el Ártico. Nuestras naves son las únicas del mundo que funcionan en condiciones climatológicas extremas, con un rango que va desde 50º C a -50ºC. Por lo tanto, gozamos de una posición excelente en el mercado”.
Los fabricantes aeronáuticos, muchos de los cuales dependen de la financiación estatal, harían bien en seguir el ejemplo de Helicópteros Rusos para hacer despegar sus ventas.
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