Pages

Milicia Bolivariana "Altos Mirandinos"


Hoy es

miércoles, 27 de junio de 2012

Mercosur, Unasur y el destino de la democracia en Paraguay

Mercosur, Unasur y el destino de la democracia en Paraguay
Photo: EPA  

Se preveía una próxima cumbre del Mercosur teñida de críticas y tensiones en torno a la crisis económica mundial y las medidas de protección adoptadas por los países más grandes del bloque.

Pero no será así. Este viernes se reunirán en la ciudad de Mendoza los cancilleres y presidentes de los miembros del bloque, a los que se sumarán sus pares de la Unión de Naciones Sudamericanas, y el motivo no es otro que el “golpe legislativo” en Paraguay, que terminó antes de tiempo con el gobierno de Fernando Lugo.

La destitución tuvo lugar el pasado viernes, por decisión casi unánime del Congreso paraguayo, que llevó adelante un sumarísimo juicio político. Lugo no presentó resistencia y aceptó la decisión, reemplazándolo de inmediato su vicepresidente, el liberal Federico Franco. Los legisladores aseguraron que el ex cura fue responsable por “mal desempeño de sus funciones” durante el violento desalojo que tuvo lugar una semana atrás, en un predio perteneciente a un ex senador del reaccionario Partido Colorado. El resultado del operativo policial fue de seis policías y once campesinos muertos. No pocos creen que el enfrentamiento estuvo operado por agentes infiltrados y la destitución, decidida de antemano. Tanto, que el mismo Lugo denunció que se han transgredido todos los principios de la defensa “de manera cobarde y alevosa”.

Ahora, mientras las nuevas fuerzas del orden forman el gobierno reemplazante, nombrando funcionarios y festejando la destitución, Lugo junta a su gabinete para ejercer la “resistencia pacífica”. Lo acompañan el recientemente constituido Frente de Defensa de la Democracia y el radical Frente Guasú, que están organizando movilizaciones en distintos departamentos del país. En tanto, los gobiernos vecinos mostraron una rápida reacción. Desconocieron al nuevo presidente, retiraron o convocaron embajadores y hasta suspendieron al Paraguay del Mercosur y, probablemente, también suceda con la Unasur. Venezuela incluso frenó el envío de petróleo. Todo ello, aplicando las cláusulas democráticas de los bloques. En tanto, la OEA se limitó a reconocer un conflicto institucional, a exigir la paz en vistas a las elecciones del próximo año y a enviar una delegación para investigar lo sucedido.

Durante sus más de tres años de mandato, Lugo recibió amenazas de destitución parlamentaria en veintitrés oportunidades. Sólo ahora se pudo concretar, al aliarse los partidos colorado y liberal y las corporaciones del agronegocio. La destitución de Lugo fue también resultado de la debilidad interna de su fuerza política, que contaba con alianzas políticas inconducentes y escasa base social. Ello había hecho inaplicables las necesarias reformas anunciadas al asumir la presidencia en 2008, cuando puso fin a seis décadas de régimen colorado, incluida la dictadura de casi cuarenta años de Alfredo Stroessner.

Los hechos de Paraguay, uno de los países más desiguales del mundo, han sido calificados como “ruptura del orden democrático”, “golpe legislativo” o “golpe de estado encubierto”. El de Paraguay no es el único en estos tiempos, pero a diferencia de otros se caracterizó por ser un acto recubierto de legalidad. Así como en décadas anteriores se sucedían los golpes militares, ahora se suceden los golpes desestabilizantes, vehiculizados por las grandes corporaciones mediáticas. Sucedió en Venezuela en 2002, en Bolivia en 2008, en Ecuador en 2010 y en Honduras en 2009. El caso centroamericano fue el único que no pudo ser revertido, pero Paraguay parece seguir este rumbo.

El nuevo gobierno y las fuerzas que apoyan el golpe rechazan la reacción que han tenido los países vecinos. Los acusan de querer en Paraguay un gobierno sometido a sus intereses y llaman a abandonar el Mercosur, optando en cambio por los tratados de libre comercio con Estados Unidos y países europeos y los acuerdos con los países de la Alianza del Pacífico. Por su parte, Brasil, Argentina y Uruguay barajan la posibilidad de aprovechar la suspensión del Paraguay para finalizar el proceso de incorporación de Venezuela, pues era el Parlamento paraguayo el único que frenaba su ingreso. A su favor, pueden además hacer valer la dependencia del Paraguay de sus inversiones y la importancia de sus compras en la balanza comercial paraguaya. Así las cosas, en los próximos días los países sudamericanos deberán tomar una decisión trascendental. De la presión que ejerzan sobre Paraguay dependerá en gran parte el rumbo de la política interna: si se logra la difícil restitución de Lugo, si se abre un rápido recambio electoral o si se consolida la ruptura democrática.

0 comentarios:

Publicar un comentario